Cuarentena deja de significar encierro, si es contigo

Soy adicta a llegar tarde a nuestra cita de cada día,

a tomarme un café contigo por las noches

y dejar que me rompas los desvelos,

los del café y los de la vida.


Yo llegué por las risas, por tu humor canalla,

y me quedé por ti y lo que me haces sentir.

Me quedé por la poesía, por la música, 

la intimidad.


Porque si te veo y me rio, lo hago contigo.

Porque cada anécdota es un viaje a tu lado.

Es que sonríes y abrazas joder,

y ha pasado tanto desde el último abrazo.


No tengo muy claro como entraste en mi pecho,

pero no quiero que te vayas.

Con moño, sin moño, con gafas de todos los colores,

con mala hostia o sin ella… da igual.


El brillo de tus ojos cuando acabas de leer un poema, 

es el golpe más salvaje de humanidad.

Y eso es más necesario que el aire

para vivir.